La lactancia materna tiene grandes beneficios en los niños. Ayuda a reforzar el sistema inmunológico, aporta nutrientes y ayuda a estrechar el vínculo afectivo madre e hijo.
No hay una duración ideal, cada uno puede extenderla hasta cuando quiera, pero teniendo en cuenta que, además de todas las ventajas que conlleva, hay que prestar mucha atención a la higiene bucodental del niño.
A partir de la erupción del primer diente de leche ya hay que limpiarlo, incluso podemos hacerlo antes de ése momento, limpiando las encías. Se puede hacer con un dedal ,cepillo para bebés o con una simple gasita húmeda.
Una vez que el bebé tiene dientes, ya es indispensable cepillarle cada dia, y comenzar con las revisiones odontopediátricas, es decir con la dentista especializada en niños.
El único inconveniente de la lactancia prolongada es que ,si es a demanda y sobretodo por las noches, el niño duerme sin una higiene bucal adecuada, ya que la leche queda en su boquita toda la noche, ayudando a que las bacterias que forman la caries puedan desarrollarse con mayor rapidez.
Cabe mencionar que con el biberón también pasa lo mismo, pero es importante recalcar el tema de la lactancia materna a demanda por las noches, ya que en los últimos tiempos nos hemos encontrado con muchos peques con caries tempranas, y al preguntar sobre la alimentación, varios coincidían en éste punto.
Así que no olvidéis cepillar los dientes de los niños desde la aparición, y sobretodo si bebe leche por las noches, cepillar o al menos que se enjuague con un poco de agua. La leche no causa cáries por sí sola, pero junto a otros factores propician su aparición.